De entre las energías renovables, la solar fotovoltaica tendría quizá unas
de las mejores perspectivas para su desarrollo.
Aunque no se sabe si se podrá cumplir, México tiene una meta en cuanto a
las energías renovables: para 2024, espera que el 35% de electricidad
producida en el país vengan de fuentes limpias, lo aseguró a principios de
año el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Para llegar a esta meta, el gobierno federal tiene comprometidos 160
millones de dólares (mdd) para el desarrollo de proyectos e innovación.
De entre las energías renovables, la solar fotovoltaica tendría quizá unas
de las mejores perspectivas para su crecimiento. Actualmente el país tiene
una capacidad instalada de 36.8 megawatts (MW) en proyectos solares,
principalmente para electrificación rural e industrial, según datos de
Proméxico.
De acuerdo con el organismo, México es uno de los cinco países en el mundo
con mayor atractivo para invertir en energía solar, ya que su ubicación
geográfica permite el desarrollo de estos proyectos y es el mayor productor
de módulos fotovoltaicos en América Latina.
Entonces, ¿por qué no se ha apostado con más decisión en estos proyectos?
Puede atribuirse a diversos factores: a la creencia de que el costo de
producción sigue siendo elevado con respecto a otras tecnologías; la escasez
de financiamiento para estos proyectos y a la poca atención a las energías
renovables dentro de la reforma energética.
Sin embargo, el potencial de México en este rubro, los menores costos y
mayor capacidad de financiamiento pueden hacer que México por fin vea la
luz, según especialistas.
Ya no es cara como se pensaba
La producción de energía solar se está volviendo competitiva con respecto a
otras energías, lo que la vuelve una fuente atractiva para inversión, dice
en entrevista Ben Moody, presidente de Pan American Finance.
La energía solar fotovoltaica tiene un precio competitivo, tanto para
instalaciones pequeñas ubicadas en los techos y azoteas, así como para las
más grandes tales como plantas de energía a gran escala. Además, las plantas
de energía solar fotovoltaica son, en comparación con otras tecnologías
renovables, más rápidas y fáciles de instalar. Como resultado, los
proyectos de energía solar fotovoltaica pueden presentar menor complejidad
para su financiamiento comparadas con otras tecnologías renovables.
Gustavo Tomé, director de Solartec, compañía productora de equipos de
energía solar, indica que los costos de producción se han reducido
considerablemente en los últimos años.
El primer año de operaciones de Solartec fue en 2010. Y hasta 2014, los
costos de los sistemas se han reducido del 70 al 80%. La mayoría de la
gente, incluso la autoridad, se quedó con una idea muy anticuada de la
energía solar, dice.
Ben Moody agrega que, específicamente, el costo de los paneles solares se ha
reducido en más de un 60% en los últimos tres años desde un precio promedio
de alrededor de 1.81 dólares por watt en 2010 hasta 0.70 dólares por watt al
día de hoy.
El alumbramiento de las inversiones
La Secretaría de Energía (Sener) indicó en un documento de 2012 que una de
las principales características de los casos exitosos para la promoción de
los sistemas fotovoltaicos es incluir incentivos financieros de largo plazo,
elaboración de estudios de mercado, difusión acerca de los beneficios de
estos sistemas, entre otros.
Pero aparte de la inversión que el sector público pueda hacerse en México,
hay ejemplos de proyectos impulsados por la iniciativa privada, explica Ben
Moody, de Pan American Finance.
Países como Chile, Puerto Rico, Sudáfrica y Tailandia, están haciendo
proyectos de energía solar fotovoltaica que ofrecen electricidad a largo
plazo a un costo competitivo comparado con los precios de energía actuales.
Se están desarrollando importantes proyectos de energía solar fotovoltaica a
gran escala que van desde 75MW hasta 150MW, tanto por parte de compañías
energéticas globales como Enel y Total, así como también por productores
independientes de energía solar como por ejemplo Sonnedix Solar.
Gustavo Tomé, de Solartec, indica que no se prevé en el corto plazo que los
precios de la electricidad bajen, como una de las promesas que se incluyeron
en la promoción de la energía eléctrica si el Estado no empieza a invertir.
Con las tecnologías actuales, si queremos ver reducciones de tarifas en el
corto plazo, sólo que sean en privados entre privados, agrega.
Reforma energética no da mucha luz
Gustavo Tomé considera que la reforma energética es, primordialmente, una
reforma de hidrocarburos, algo comprensible debido al potencial del país en
esta materia y por la inversión privada que detonaría.
El texto que habla del impulso a las energía renovables es poco claro,
habrá que esperar a ver qué dicen las leyes secundarias. A día de hoy, no
podemos prever que haya un impulso a las energías renovables.
Pero la reducción de costos puede dar suficiente impulso para que la energía
fotovoltaica se abra paso, considera Ben Moody. En nuestra opinión,
considerando la continua reducción de los precios, es muy probable que la
energía solar fotovoltaica alcance una gran presencia y se vuelva muy
importante en el sector de energía de México en los próximos años.
En esto también coincide Gustavo Tomé, y afirma que en el corto y mediano
plazo pueden presentarse grandes oportunidades.
El país representa un extraordinario panorama de crecimiento, no sólo para
los productores de equipos, como Solartec, sino para los productores de
energía eléctrica.